jodida

llorera…

                  ...bloqueada

 

no sé, no puedo, no me sale llorar.

Intento hacer limpieza (aunque no puedo) de mis tesoros de mi dura e intensa adolescencia y me encuentro con la primera libreta que escribí (en mi infancia escribía diarios). la primera línea de esta primera libreta es:

El dolor de llorar sin lágimas… “Ella llora, fatal siempre sin lágrimas”

la frase entre comillas es de zoe valdés, del libro la nada cotidiana. 

esto escribí con 14 años. ocho años después, tras escribir muchas libretas, pasar muchas mierdas y bastantes terapias absurdas, me encuentro en el mismo puto punto. No sé, ni puedo, ni me sale llorar.

mierda. vuelvo a estar atascada, con el nudo en la garganta, la angustia en el pecho y los ojos a punto de reventar.

me he aislado, como me gusta hacer cuando estoy jodida, necesito marcharme para centrarme en mí y relajarme y dejar que brote lo que llevo dentro. sé que al final algo escribiré… seguramente algo al hilo de esta forma mía de estar en el blog, un tanto obscura, un tanto… sacando mierda. 

así que hoy me siento mal, hoy me duele mucho el cuerpo, hoy estoy muy grogui de tanto ibuprofeno y paracetamol, porqué prefiero estar drogada que aguantar según que dolor, sobretodo si es impuesto y no consensuado; hoy me vuelve la rabia y me siento nuevamente impotente. 

he querido empezar por el final o por el principio o por el medio o... no sé, ya no creo en la coherencia lineal de las cosas. simplemente creo en el caos y en este caos hablo de lo que siento hoy. mañana, quizá, contaré la narración de los hechos del sábado noche, por ejemplo, y que cada cual construya una historia con los hechos y las sensaciones o establezca las secuencias de tiempo según le venga en gana o le apetezca a su imaginación. 

me gusta sonreír y decir que todo va bien, sí, ¿por qué no? todo va bien… pero eso no es mas que una de las mil corazas. corazas para el enfado, corazas para las vergüenzas, corazas para el ligoteo, corazas para la depresión, corazas que dicen: estoy jodidamente mal, pero déjame en paz, no intentes entrar en mí. unas engañan y otras ahuyentan. 

y tras escribir, ni a una pequeña gotita le apetece asomarse por la ranura del ojo.

serán jodidas las lágrimas…

seré malditamente jodida.