El misterio de las relaciones en la mente humana... o: cómo las relaciones me desafían plantándome ante un gigantesco interrogante que me lleva a un estado de locura mental y emocional.
Hace ya tiempo que pienso que NO se me dan bien las relaciones sexoafectivas, huyo de ellas. No huyo del sexo, claro, huyo de las repeticiones pactadas, es decir huyo de las “citas”, de las repeticiones que no se dan por azar (aunque en este azar siempre hay una parte de manipulación camuflada para que el azar suceda), huyo de la continuidad; me privo de mandar aquel mensaje que tanto deseo y que queda guardado en la carpeta “borradores” del móvil.
Soy un desastre, lo sé, pero los nervios me pueden. Las pocas ganas de que me conozcan me limita, a veces la vergüenza no me deja en paz o el miedo a la montaña rusa de intensas sensaciones me frena, porque sé que en las bajadas me vuelvo una estúpida.
Últimamente no estoy haciendo del todo mal, pero tampoco la hago bien. Sé que hay que salir de estos binomios, que no se trata de bien o mal... mejor diré que no lo estoy haciendo como lo desearía, claro que tampoco se lo que deseo. Tener que identificar qué deseo es de lo mas complicadas de las relaciones; tener que anticiparlo verbalmente sin tener ni idea de ello o sí tener idea, pero nos han metido tan adentro que las relaciones son eternas y las decisiones inamovibles que cuesta plantearlo, porqué quizá mañana queremos otra cosa y nos sentimos mal, culpables y en incoherencia con nosotrxs mismxs (aquí podríamos hablar de la coherencia, la linealidad temporal, la identidad cosificada, etc.)
Dudas, dudas y mas dudas. Miedo a no saber comunicar qué es lo que yo deseo, por verme atravesada por la culpa (otra vez), miedo a ver mi libertad coartada y que la frustración me transforme en un ser antipático sin sentido alguno, por la falta de reconocer qué me ocurre.
El diálogo constante que se vuelve pesado... hablar mucho, follar poco. ¿Por qué?
Dar prioridad a otras cuestiones de importancia vital que reducen las posibilidades de encuentros y que dilatan el espacio temporal entre cita y cita, y cuando mas se dilata mas se enfría la relación. ¿O quizá se enfría la relación porque las intensidades bajan y no soy/somos capaz de identificarlo y/o comunicarlo?
Miedo al desequilibrio, a que las expectativas sean diferentes y que no se identifique, creándose así una horrible verticalidad, horribles jerarquías. Miedo a hablar y no escuchar, mentira, sí se da el escuchar, pero siento miedo de oír una repetición de mis palabras, o un decir sobre la relación difuso o en contradicción a lo que luego hacemos. Y miedo a decir y ser yo la que con mis actos me contradigo. Miedo a las palabras que quedan en palabras y a los actos inesperados, que no son una sorpresa, sino un engaño.
Y un eterno etcétera sobre cómo llevar las relaciones, la verdad es que me produce un poco de mareo y náuseas. Pereza a todo esto y ansiedad por no poder escapar de ello. O me enfrento o no me relaciono. ¿no?
¿¡alguien tiene algo así como un manual para las relaciones sexoafectivas!?
Sí, sí, algunas pensaréis: no pienses tanto. Abstenernos de comentarme algo así, porqué contestaré lo que suelo contestar ante esta absurda frase: ¡no respires tanto!
2 comentarios:
Magrada km transmets ls teus pensaments/sentiments, cm exposes allo k portes dins i ho transformes en paraules escrites k semblen sortides dl no-res, repeteixo sembla, pro jo se k n es aixi....sembla facil arribar a tot alli k tu escrius pero estik segura k n u es, i tmb estik segura k has posat sobre paper una part d pensament d molta gent k n te la gran capacitat k tens tu... Segueix escrivint siusplau n ho deixos pk menkanta llegir cosetes teves!!!!
Tenvio un petonas laieeetaaa!!!! Et penso
( la ex-rastiiisss........... La noooova poloo :D )
he llegit aquest: laieeetaaa com si t'escrigués sentint!!! jo.. jo també et penso!
m'ha fet moltissima il·lusió el teu comentari, no ho esperava gens i m'ha encantat!! merci per llegir-me :D
muaa!
Publicar un comentario