miércoles, 5 de agosto de 2009




Una mezcla de sensaciones invade todo mi ser, me veo sumergida en un inmenso lago de inconstancias, de perdidas y de contradicciones.
El bicho malo se come al bueno y el bueno gana todo lo que el malo pierde; al final es el mismo ser, entrelazado de múltiples sentimientos que le impulsan a divagar de extremo a extremo, luchado en una radicalidad de pensamiento empírico (si es que eso existe).

Lo ajeno: La mierda se apodera de toda mente y consigue manipular las subjetivas verdades del propio ser, que al fin y al cabo son las verdades que nos mantienen.
El sujeto y su subjetividad: Estoy sola, sola y perdida, parece que la razón se ha visto dominada por extrañas sensaciones provocadas por el exterior.

No existen las dos partes, la vida está regida por triángulos de tres lados: yo, lo ajeno y el puente entre ambos lados que constituye otra realidad.
Suelo perderme en los puntos medios, porque el sujeto domina todo deseo y domina la propia verdad; pero lo ajeno es un flujo de manipulación constante que consigue enloquecer las sensaciones individuales, consigue ir modificando y alterando todo sentimiento (Sé que es necesario lo ajeno).

Yo que me sentía una manipuladora en potencia y ahora resulta que ciertas situaciones ajenas me están manipulando a mí.

Ambigüedades.

Odio estar mal con la gente (aunque sea gente de paso)

P.D: Siento no ser muy clara al escribir... poco a poco.

1 comentario:

ITU dijo...

ay lo ajeno, lo ajeno...jeje

..pura filosofía ;)

beS.O.S