viernes, 28 de mayo de 2010

Jo també soc PUTA!


Todxs a la primera concentración que se hace en Gipuzkoa para el dia de la trabajadora sexual!!

¡¡Ya va siendo hora de visibilizarnos y nombrarnos todxs putas, ROMPAMOS CON EL ESTIGMA!!

2 de Junio, a las 19:30h en el Boulevard. CONCENTRACIÓN y PERFORMANCE de Lobas Mordedoras


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sábado, 1 de mayo de 2010

Las cosas empiezan y (no) acaban

Todo lo que empieza acaba… y parece que cada vez tengo mas claro que esto es así, que no puedo hacer nada para evitar el final. En todas las películas hay el momento del Fin. Y cuando dicen: continuará, es porqué realmente habrá una continuación que dará paso a otro Fin.

Siempre he sentido una terrible angustia al intuir que las cosas están acabando. Cuando era pequeña, todas las noches tenía angustia pero yo no sabía qué era lo que me estaba sucediendo. Solía llorar y decía que sentía un dolor dentro del pecho y que tenía miedo. Lo que realmente me sucedía era que tenía una terrible angustia, angustia que empezaba cuando sentía que el día terminaba. Eso desencadenaba a que me rallara por temas existenciales (la vida, la muerte…) y también desencadeno a que conociera a mi primera psicóloga, la que años mas tardé odié, y la que años aún mas tarde recordé.

Con el paso del tiempo he ido asumiendo que existen los finales y que existen para todo. Pero debo reconocer que en muchas ocasiones aún queda en mis adentros una pequeña esperanza de que hay ciertas cosas que permanecen, que no mueren nunca.

Esta tarde, pensando sobre todo ello, he intentado buscar algo que nunca acabe. He ido descartando bastantes cosas y la verdad es que me ha dolido mucho pensar que ciertas amistades algún día pueden acabar. No me gusta, pero la realidad es que eso podría suceder. Entonces he querido pensar que sí en algún momento de la vida hay personas que te marcan fuertemente, aunque luego cambie el sentimiento o el pensamiento que se tiene hacia ellas, lo que nunca morirá es el recuerdo. He sonreído felizmente cuando he llegado a la conclusión de que los recuerdos nunca mueren, que por mucho tiempo que pase, por mucho que cambien las relaciones, en algún lugar del subconsciente quedan guardados recuerdos de momentos únicos con personas únicas. Acto seguido he querido reflexionar sobre cómo podrían morir los recuerdos. Automáticamente he pensado en un choque de esos tan grandes que pierdes la memoria y también he pensado en la propia muerte. Que bajón mas grande cuando me ha venido en mente la muerte. Habrá un día que todos mis recuerdos van a desvanecerse y todo lo que haya hecho en vida no cobrará ningún sentido, simplemente se perderá en el tiempo.

Con los años (ya sé que no tengo muchos...) ha ido cambiando mi idea sobre la muerte. Debo reconocer que he sido, sobretodo en mi adolescencia, bastante de creer en el alma, los viajes astrales, las diferentes vidas y todas estas cosas… ahora ya no sé en lo que creo y en lo que no creo. Y supongo que por eso ahora me estoy rallando intentando buscar qué es lo que empieza y nunca acaba.

La conclusión de todo esto podría ser que, en realidad, temo a una muerte que marque el final de todo lo que he pensado durante años y años. Y que todo lo que esta hiperactiva mente ha pensado, ha proyectado, ha hecho… desvanecerá.

En fin, que lo que pretendía ser un corto texto hablando de que las cosas empiezan y (no) acaban, ha desencadenado a un profundo análisis de mis miedos y mis formas de ver la vida (y la muerte). Da igual, yo ya me entiendo…

Laia.