miércoles, 21 de julio de 2010

A veces no puedo escribir lo que siento porqué la rabia me bloquea la capacidad de razonar en lo que me tortura. Es esta misma rabia la que impide que mis lágrimas fluyan, las estanca en mi garganta produciéndome un tapón que no me deja respirar.

En ocasiones pienso que la vida en sí misma es un absurdo. Empezando por la propia muerte y siguiendo por analizar que es lo que hacemos en este mundo y a dónde lo conducimos. No entiendo lo que me rodea, no entiendo estos parámetros que me imponen para ser una persona “normal” y para poder vivir en sociedad.

Si no cumples con lo que se espera de ti como ciudadanx inmerso en una sociedad capitalista, te mueres. No nos queda otra, las alternativas cada vez son mas escasas y no podemos escapar del dinero, del trabajo, de esta lógica en la que el tiempo se contabiliza y tiene un precio valorado en dinero.

Son tantas las cosas que me frustran... mis estados se reducen a la angustia y a la ansiedad. Cuando tengo angustia me pauso, me enojo y quedo desnutrida; cuando tengo ansiedad me acelero, todo mi nervio produce que el aire sea escaso para mis pulmones; cuando ambas cosas se solapan quedo bloqueada ante semejante cortocircuito, quedo electrocutada y quemada por tantas sensaciones que me torturan y me asfixian.

Y al final, siempre necesito aire y necesito algo fuerte que me haga desconectar de mi mente, algo tan fuerte que desbloquee mis lágrimas... y tan solo anhelo con un potente deseo la sensación de un dolor físico, un dolor con el que pueda escribirlo todo en tinta roja.