martes, 21 de junio de 2011

Lubricar la razón

¿Por qué ocurre en estos momentos que a una siempre le da por sacar mierda? Aquí estoy yo, escribiendo en una puta hoja en blanco cibernética que parece gritarme: escribe algo interesante. Y a lo que a mí me sale contestarle: sí te refieres a algo interesante como a la mierda que tengo dentro de mí y de vez en cuando me da por sacar, en este extraño código escrito, en letras, en palabras, en frases construidas para que nos entendamos, para que me entendáis, para entenderme a mi misma… (Curioso, tengo que formular mis ideas y sentimientos a modo de símbolos para explicarme a mi misma quien soy yo) no es cuestión de falta de mierda sino de tiempo. Y pregunto si es por la falta de tiempo que ahora escribo y… sí, es el estrés el que me genera ponerme a redactar burradas de niñas que se arrancan los pulmones a modo de terapia de relajación. Ya sabes… para pausar la respiración, evitar un ataque de ansiedad y esas cosas. Cosas sin más. Ahora es sin más, ahora que pierdes tiempo porque la realidad (que no existe) es que quieres escribirlo, meterte muy en ti y explicarte mucho quien eres tú. Pero no quieres aprovechar que la raja esa desde la que te sacas el pulmón derecho, porque el izquierdo da miedo no vaya a ser que te roce el corazón y eso sí que duele, está abierta para hurgar por el estomago e intentar encontrar qué cosas tienes ahí metidas que se te están pudriendo y huelen mal. No, no, no. Voy a seguir divagando sin abrir nada de ahí abajo, me quedaré aquí arriba donde uno de los hemisferios, no sé si sé cual, está muy muy exprimido y el otro no funciona ya muy bien porqué un día me di tal ostia que tuvieron que implantarme uno nuevo que resultaba ser el de una anciana de 103 años. Y así estoy ahora, atrapada en medio del medio hemisferio que está muy exprimido, intentando avanzar lentamente porqué no encuentro ningún sitio aquí arriba en el que encontrar un poco de lubricante para humedecerme y ya de paso lubricar la razón a ver si se esfuma.