miércoles, 1 de agosto de 2012

Nunca se vuelve de un viaje

hasta hace poco sentir que los viajes terminaban me producía una terrible angustia, pero últimamente estoy resignificando estos finales.

los viajes no tienen un principio y un fin, porqué el lugar metafísico previo al viaje no es un lugar fijo. no es fijo el modo en como vivimos los lugares, no hay que ser esencialista en términos de espacio y pienso que entenderlo así es un modo muy capitalista de vivir los viajes.
 es decir, es capitalista entender los viajes como si fueran una ficción que se materializa pero que se esfuma en el tiempo, como si en ellos no sucediera nada, como algo efímero que no tiene mas sentido que el de un parón vital; es capitalista porqué como están fuera de la dinámica del trabajo y de la producción no pueden ser válidos como forma de vida.

yo no los entiendo así y me he dado cuenta a raíz de analizar como he ido sintiendo el final de estos viajes. Antes siempre los vivía muy mal, triste y angustiada, pero en este último viaje de ruta en autostop por Europa algo ha cambiado, me da pena regresar al lugar físico, pero no es el final del viaje. 

me he dado cuenta de que el hecho que acaben no significa un fin, tampoco un principio y que los viajes son un momento de movimiento en que no solo el cuerpo físico se mueve sino que se mueven las direcciones vitales, se construyen redes y se deshacen otras, se conecta con otros cuerpos, ideas, contextos, visiones… hay cambios en la dirección de los deseos y con estos también cambia la forma de esta estar en el mundo. nos vamos de una forma de estar para seguir de otra distinta. 

el viaje no es un ir y volver, cuando volvemos es cuando quizá materializamos la partida, evidenciando que quién se fue es otra a la que vuelve. es por ello que nunca volvemos de un viaje y que esa angustia que sentimos es, en parte, algo impuesta.

3 comentarios:

cutloose dijo...

la verdad, lo mismo esta pasando a mi ahora..

TransFusión dijo...

que bien, hay que resignificarlos!
unabrazo enorme guapisima :)

Anónimo dijo...

feia molt temps que no et llegia, portava un parell d'entrades de retràs! jeje

abans de venir vaig estar parlant amb una noia (amiga de la Sips) que em deia que ella al principi també els vivia fatal, però que desprès va comprendre que eren part del viatge, que ja venen implícits i que no s'havia de viure com algo que faci que tot lo viscut durant els dies abans i els dies desprès quedi tapat per l'angoixa de tornar

i ara et llegeixo a tu, i recordo el final i la tornada del viatge a Nicaragua, i de com visc els finals d'any quan toca fer canvi de convivències i de pis i de lo malament que ho vaig passar i de lo malament que porto sempre

i el que tu (m')escrius i el que vaig parlar amb ella i el que jo penso i vull arribar a sentir es aixo mateix, que el viatge no te un principi ni un final sinó que la meva vida en si es un viatge i no acaba, sinó que es mobilitza corporalment d'un lloc a l'altra i que com molt bé escrius "no solo el cuerpo físico se mueve sino que se mueven las direcciones vitales, se construyen redes y se deshacen otras, se conecta con otros cuerpos, ideas, contextos, visiones... hay cambios en la dirección de los deseos y con estos también cambia la forma de esta estar en el mundo. nos vamos de una forma de estar para seguir de otra distinta. "

així que en aquest cas espero resignificar "el final" del meu viatge i no sentir-lo amb pena ni angoixa, sinó disfrutant-ho com la resta i d'aquesta manera poder continuar el viatge de la meva vida a una altra part del món!