martes, 30 de marzo de 2010

Las 3:46 de la mañana de un domingo cualquiera. Me miro hacia dentro...

Sentada en el salón de mi casa, son las 3:46 de la mañana de un domingo cualquiera. Me miro hacia dentro, intento encontrarme, yo sé que eso es peligroso porqué lo que suele sucederme es que cada vez me siento mas perdida. Busco textos que escribí hace un año, encuentro escritos de historias que inventaba, encuentro poesías con las que ya no me siento identificada. Hago un breve análisis de las cosas que me han ido marcando desde que me fui de Cataluña. Son muchas, quizá demasiadas. Mi vida ha dado un giro, mi mente y mi cuerpo también.

Encuentro un texto que escribí en plena mutación vital. En un momento de mi vida en el que empezaba a vivir tal y cómo a mi me apetecía. Pero eso era peligroso, porqué el miedo hablaba y decía cosas que me hacían tambalear encima del hilo que me sostenía, un hilo que me conducía de una realidad a otras muy distintas, que me encantaban.

Ahora ya ha pasado un tiempo y le he dado la vuelta a las dudas y a muchas de mis contradicciones. Siento que sentirme perdida no me supone un vacío que desmorone toda mi existencia. Sentirme perdida ahora es estar encontrando huecos, estar dilatando espacios que yo contraía cada vez que sentía miedo. Ahora me siento mucho mas empoderada. las dudas a evocarme hacia lo que a mi me apetece y el miedo a pensar, sentir y vivir como a mi me gusta no me echan para atrás sino que me impulsan a triarme de cabeza a todo ello para coger fuerzas.

2 comentarios:

ITU dijo...

claro que sí...lo mejor es no tener miedo de una misma.

TransFusión dijo...

Itu que bien has dicho en una frase lo que yo he querido decir en un texto.

Efectivamente... no tener miedo de una misma :)