El miedo es un invento de los grandes almacenes, como la navidad. Pero mientras los grandes almacenes que han inventado la navidad potencian una sociedad capitalista, los almacenes que producen miedo son mecanismos subliminales que potencian la inmovilidad.
¿Miedo como reacción instintiva?
Tienes que hacer más caso a tus instintos. Sí. Yo espero que esto también sea una de esas cosas que suceden con la edad… pero también me afirmas que con los años perdemos la inocencia y tú reconoces no haberla perdido nunca y yo reconozco haberla dejado muy atrás hace ya bastantes años. ¿Será todo cuestión de experiencias?
Y volvemos al eterno debate de la humana y la animal. Me repito algo que ya me he dicho: siéntete animal salvaje. Sí, mira, esto es tan fácil como cuando te encierras en la habitación y dedicas una horita, una tarde o un día entero a “írsete la olla pajeándote”. ¿Por qué encierras la fiera juguetona en una habitación pequeña con una luz tan tenue?
Será que los grandes almacenes de control han inventado un instinto llamado miedo para hacernos sentir que somos animales en lo que en realidad somos racionales y fomentar que nos paralicemos, que nos masturbemos a escondidas y que no salgamos a gemir ni a jugar ni a arriesgar.
Y así me presento yo, por un lado, haciendo poco caso a mis instintos porqué la razón humana y el miedo aparentemente animal me vienen por detrás y me dicen: 6 - no cometerás actos impuros, 9 – no consentirás pensamientos ni deseos impuros. Mea culpa, Mea culpa, Mea culpa. Y esta mea culpa es la frase del miedo impuesto. Y por otro lado, pecadora de actos impuros y de pensamientos obscenos, me curan esta falta de inocencia a base de una sobredosis de drogas duras: diazepam, lorazepam, seroquel, cipralex, prozac y demás ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos. Y todo esto por falta de inocencia, por pecadora, por conductas autolesvias, por alcoholica, por yonkie, por pordiosera, por ninfómana, por loca.
Dios, el médico, los ángeles, los pecados capitales, el código penal, Satanás, el psiquiatra, el hombre del saco, la ley del menor, el endocrino, el banco, las brujas malas, los diez mandamientos, la policía, el rey, el papa, el coco, la santa trinidad, el ginecólogo… nos dicen:
No hay que perder el miedo y la inocencia.
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