martes, 13 de diciembre de 2011

LA OBSESIÓN (I)

vale, ya me he vuelto loca del todo y me ha dado por escribir cosas así xD Esto es un texto intentando poner algún tipo de lógia a ciertos pensamientos, por lo que es un texto que iré cambiando, retocando, reformulando, ampliando... supongo que a modo de autoterapia (ampliando la lista de los autos-) ya que la psicología de la seguridad social es pésima, por no hablar de la psiquiatria... y también porqué quizá hay alguna personaja por el mundo cibernético a la que le estén pasando cosas parecidas por la cabeza y, si es así, escribiir!

La obsesión se apoderó de mi hace ya muchos años. De hecho, no recuerdo de mi existencia sin obsesion. Pienso en ella como en un monstro pegajoso que no quiere abandonarme. Ella vive en mí para regir mi cabeza y centralizar mis pensamientos según se le antoje.

En realidad, este discurso simplista que acabo de dar sobre la obsesión como algo ajeno a mí es la falacia que yo me invento para no tener que admitir el gran rechazo a mi misma. La obsesión no es una ente separada del sujeto. Es decir, no cobra existencia por sí misma. La obsesión cobra vida en la vida de alguien. Yo soy ese alguien, yo soy obsesión.

Hago una primera distinción/clasificación de obsesiones: las obsesiones efímeras y las obsesiones que se perpetúan. Las obsesiones más efímeras aparecen y desaparecen en poco tiempo. Estas intercambian solamente la hiperactividad mental focalizada en una idea, pero la idea en sí muta, se transforma. Pasa de una pequeña obsesión a otra, así todo el tiempo.
Las obsesiones que perpetúan van apareciendo a lo largo de la vida, de los días, semanas, etc de forma intermitente, intercalándose las unas con las otras o incluso solapándose en un mismo momento.

A veces suelo pensar que lo único que puedo afirmar como mi identidad son el conjunto de estas obsesiones que se repiten en mí. Ese empeñarme a no reforzar una identidad estática que me mantenga siempre en una misma posición choca con las obsesiones que se repiten y que, al menos en mí, son lo único que creo sentir como lo mas cercano a lo entendido como “esencia”.

¿Pero el hecho de que estas obsesiones se hayan infiltrado en mi subjetividad de tal modo que han acabado definiendo mi identidad quiere decir que su origen resida en mí? ¿O quizá son la consecuencia de ciertas experiencias que nos llevan a estas obsesiones?

No lo sé, no tengo ni idea. No creo poder hacer una distinción entre lo que se origina en mí y lo que no, ya que pienso que si existiera una línea que dividiera esas dos dimensiones acabaría por desdibujarse sin ser posible una definición exacta.

…....

Creo que, por un lado, una mente obsesiva puede ser producida por muchos factores que no sé descifrar, pero lo que sí que podría afirmar es que las obsesiones concretas se determinan según las vivencias. Es decir, no se el porqué de una mente mas o menos obsesiva, pero sí se puede saber el objeto de ciertas obsesión. ¿No?
….

OBSESIÓN: la muerte. (II)
la primera de todas las obsesiones

OBSESIÓN: la autodestrucción (en todas sus formas, falta detallar) (III)

OBSESIÓN: el enamoramiento imposible adolescente; las múltiples conexiones afectivo-sexuales que una no sabe canalizar/gestionar de adulta (IV)

OBSESIÓN: .......

1 comentario:

Furia dijo...

reguee y playa...yo te akompaño y nos reimos de las obsesiones con una cerbeza en la mano y unas buenas gafas de sol.

muak!!