jueves, 4 de octubre de 2012

dimensiones mentales (y corporales)

Salgo de una increíble clase de filosofía y, una vez mas, estoy bastante rato inmersa en una especie de estado mental abstracto, como si mi mente estuviera en otra dimensión, algo así como una metadimensión que observa las demás dimensiones. Es un estado bastante complicado para según qué cosas, porqué las dimensiones se cruzan las unas con las otras, no son tan fáciles de distinguir y en estos momentos los canales de comunicación con el exterior de mi suelen fallar. Es decir, en estos estados tan sumamente mentales e interiores se me hace difícil conectar con lo que hay fuera y aún se me hace mas difícil mantener una conversación porqué, al hablar, se me va la olla. Empiezo a ver de forma extremadamente compleja cosas que en otras ocasiones son sencillisimas y, claro, el resto de la gente ajena a mi no tiene porqué entender la pedrada de mi cabeza.

 Además, tiendo a enfriar las cosas con extraña rapidez, siento que lo que digo en realidad no lo estoy sintiendo, sino que es fruto de mecanismos mentales que tengo interiorizados. Como si mi cabeza fuera una maquina que ha aprendido a gestionar (maldita palabra) y “me la suda” todo lo de mi alrededor. Pienso: ya se apañará el mundo, yo puedo quedarme aquí, tranquilamente, en mi mismidad. Claro que luego viene el bajón y me doy cuenta que es todo una farsa o simplemente que estaba viviendo un momento muy mental en que abundaba la asociabilidad en mi y las pocas ganas de relacionarme a todos los niveles.

Durante el bajón posterior tiendo a sentirme débil, porqué siento que me estoy engañando a mi misma y me invade el miedo y la hipersensibilidad y... ¡mierda! Tengo miedo y pienso que me quiero morir por tremenda pereza a la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que facil es caer en el autoengaño....autoproteccion k nuestra jodida cabeza adhiere mecánicamente para proteger a nuestro corazn. mentes perversas k no dejan fluir nuestros sentimientos. creernos muchas veces lo k pensamos es apartar akello k fluye por nuestras venas...

cuanto kuesta escuchar a nuestra sangre i dejarla correr por miedo a k se desborde...

aki et deixo algo k vaig escriure k magraderia compartir amb tu:

sangre efervescente subiendo desde mi estomago hasta la cabeza. Paro, respiro y la hago bajar poco a poco....pero jamas se evapora. No dejo que hierva para que así se desvanezca. No dejo subirla mas de la cuenta, maldito autocontrol, pero a la vez deseado.

Hervor incontrolado por emociones encerradas que se dejan escapar por sobre exceso cerebral.

Locura permanente que no deja tranquila ni a una mísera parte de mí ser...

Autocontrol, imposible deshinibición, producida por una tortura permanente de mi ser que no deja ni un mínimo detalle sin analizar, sin voltear,sin tornear....




Segueixo lleginte Laieeeta, ara que tornu a estar comunicada per barcelona, no cm a françaa....

TransFusión dijo...

:D preciosia!
M'ha encantat llegir-te en el meu blog!!
Em sento molt identificada en aquestes paraules que escrius, sempre amb l'autocontrol i el putu cap limitan el sentir...
crec que es una cosa que ens hem d'anar traballan xk sino ens autoboicotejem, i es una merda!
un fortiiiissima abrçada!! i.. estic molt contenta que tornis a estar per Barna!