jueves, 29 de octubre de 2009

No a los tabús, ya está bien de encarcelarnos!

Últimamente me he dado cuenta de que hay en mí ciertas cosas escondidas que ni tan siquiera recordaba, porque nunca antes habían sido dichas.

Cuando era pequeña (diez, once años aproximadamente) quería ser buena, pero también me llamaba la atención la maldad. Es cierto que yo era bastante espabiladilla para mi edad y que mientras todas mis amigas se peleaban por ser las más buenas de clase, yo no tenía que pelear con nadie, porqué lo que a mí me encantaba era ser la mala: contestaba a los profesores, me llevaban al director, etc. Incluso durante el curso de 5º de EGB mi “novio” me dejó porqué decía que le daba miedo… mis amigas me dejaron de hablar porqué decían no reconocerme… Lo cierto es que entre tanta irritación, frustración y maldad se me fue un poco la cabeza y cuando me quedé sin amigxs decidí centrarme un poco. Pero eso duró tan solo un añito, al verano siguiente (de 6º de EGB a 1º de ESO) mi madre decidió ir a Barcelona ciudad a vivir.

Durante el verano en Barcelona algo cambio en mí; quizá la lejanía con el pueblo, el calor de un verano en Barcelona, la soledad y las hormonas alteradas de preadolescente hicieron que me pasara horas conectada a Internet en chats, con la webcam. ¿Haciendo qué? pues sí, ligando, haciendo cibersexo (sin saber yo apenas que era el sexo), intentando descubrir la masturbación (a esto tengo que añadir que como no tenía ni idea de masturbarme y los niñatos de Internet solo sabían decirme que me metiera un dedo por el coño… me costó saber que tenía que hacer para darme placer), viendo películas porno (evidentemente muy malas y machistas), etc. Para mas inri ese mismo verano descubrí que me gustaban las chicas. Mi cuerpo estaba en constante ebullición y yo me moría de ganas de contar, de compartir y de hablar de aquello que sucedía, pero ¡Ojo! Todo esto era y es tabú en nuestra sociedad y yo sabía que lo que hacía estaba mal, así que lo guardé en secreto.

Desde pequeñxs intentan encaminarnos hacia el “bien”, hacia la bondad, pero ¿quien decide como unx tiene que actuar para ser buenx?
Nuestros actos están determinados por una sociedad que no para de limitarnos, que intenta encaminarnos marcándonos un rumbo terrorífico de asquerosas pautas sociales. Quieren determinarnos, quieren enmarcarnos ¿y que pasa si unx sale de esos marcos o no quiere cumplir con lo que se le exige?
Odio el control, odio que censuren nuestras acciones y que nos culpabilicen por nuestros actos haciéndonos sentir desviadxs, extrañxs, locxs. Ya está bien de que los niñxs tengan que sentir temor y se escandalicen por tener ciertos pensamientos o deseos. Ya está bien de encarcelarnos!!


1 comentario:

ITU dijo...

jajaja con que cibersexo ee?? ya eras una guarrilla de pequeña efectivamente, ya lo sabíamos!!

lo del mal y el bien la verdad qeu aburrido!!
ARRIBA EL MAL!!