martes, 9 de agosto de 2011

Ser radiactiva y adictiva

Tu piel está hecha de papel film y envuelve una dura gelatina transparente que conforma tu musculatura. Todo tu ser es transparencia y mi visión me permite, como en muchas ocasiones, ver más de lo que desearía. Da igual lo que yo quiera o no ver porqué mis ojos no tienen la capacidad de delimitar su visión, del mismo modo que mi cabeza no tiene la capacidad de delimitar los pensamientos. Es por ello que no puedo conocerte menos mirándote menos, porqué la luz que irradias se filtra entre la comisura de mis ojos cerrados.

A pesar de toda tu masa transparente aguardas en el interior un vacío, y lo nombro vacío porqué es algo muy oscuro, quiero decir que no significa que estés vacía o que sea algo necesariamente malo, sino que es algo que para mí no tiene luz ni transparencia, no puedo verlo ni identificarlo, no sé que indica de ti.

Eres tan transparente que por momentos me parece conocerte, pero la pequeña caja negra y encerrada que tienes en tu profundidad crea en mí un gran misterio. Ante estas fascinaciones me machaco a mi misma a base de analizar algo que no puedo ver. Parece que se me salen los ojos de tanto observarte e intentar averiguarte.

Esto me obsesiona, me ciega y me enfada.

Tú, ser radiactiva y adictiva.

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